El pie plano

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pie plano¿Qué es el pie plano?

En condiciones normales el apoyo del pie no se realiza sobre toda la superficie de la planta sino que presenta un arco interno que lo eleva en su parte media formando lo que se conoce como «puente» o «empeine».
Cuando se produce una pérdida o hundimiento de este arco y la planta apoya completamente sobre el suelo se habla de pie plano.

Causas del pie plano

El arco del pie se desarrolla a lo largo de la primera década de la vida, no se nace con él. Todos los niños pequeños hasta alrededor de los cuatro a seis años tienen un pie plano que se considera normal porque sus pies aún no han evolucionado hacia el del adulto.
Si pasados estos años persiste la ausencia de arco sí que estamos ante un pie plano, que en los niños suele ser laxo, es decir elástico y flexible, aunque con el tiempo, en los adultos, constituirá una deformidad rígida. Estos casos afectan siempre a los dos pies.
Los pies planos llamados rígidos en la infancia obedecen a deformidades congénitas en los huesos del pie que pueden manifestarse ya en el nacimiento, como el astrágalo vertical o durante el crecimiento como las sinóstosis óseas. Estos tipos de pies son mucho menos frecuentes.

El pie plano del adulto o adquirido se debe a múltiples causas que afectan a las distintas estructuras del pie, como las enfermedades inflamatorias reumáticas tales  como la artritis reumatoide, gota, traumatismos y fracturas, evolución de unos pies planos infantiles etc. En todos los casos anteriores, según la causa, puede afectar uno o ambos pies.
Con frecuencia, se acompaña de alteraciones en la alineación normal del talón. Lo más más frecuente es el desplazamiento hacia afuera o valgo – mayor desgaste de la parte de adentro del tacón del zapato -, que se denomina «pie plano valgo».

Manifestaciones clínicas del pie plano

El pie plano laxo de los niños suele ser indoloro, solo duelen en situaciones de actividad física intensa, uso de calzado inadecuado y aumento de peso. Los padres suelen darse cuenta por el desgaste excesivo de los zapatos.
El pie plano del adulto suele ser doloroso dependiendo del grado de afectación y de su causa. El dolor en general se produce solo durante el apoyo, pudiendo llegar a impedir o dificultar en gran medida el caminar a algunos de los pacientes. Produce también deterioro exagerado del calzado y una deformidad evidente en el pie.

Diagnóstico y tratamiento del pie plano

El diagnóstico se lleva a cabo a través de la inspección médica del pie y la realización de unas radiografías y una podografía- estudio de la huella de la planta del pie- que permiten establecer varios grados según la gravedad.
En cuanto al tratamiento:
Hay que recordar que en los niños pequeños la ausencia del arco es normal y no precisa ningún tratamiento.
En general, para todas las edades, si no dan síntomas no precisan tratamiento, solo prevenir que duelan evitando el sobrepeso y usando un calzado adecuado. Si duelen se recomiendan plantillas que deben ser individualizadas en su realización en cada paciente.
Se aconseja siempre medidas posturales tales como evitar estar de pie mucho tiempo o caminar por terreno irregular, así como la pérdida de peso y el uso de un bastón de forma ocasional o definitiva. En ocasiones es necesario el reposo y el consumo de algún antiinflamatorio prescrito por el médico.
En los casos de deformidades congénitas casi siempre es necesario el tratamiento, que muchas veces precisará de la cirugía. También pueden realizarse algunos tipos de cirugía poco agresiva en pies planos infantiles dolorosos para evitar la progresión y en los adultos con pies muy dolorosos el tratamiento es la artrodesis, en la que se fijan las articulaciones y se pierde la movilidad a cambio de la ausencia del dolor.

¿Cuándo acudir al médico?

Normalmente los pediátras derivan a los niños cuando consideran que puede requerir algún tratamiento. Siempre hay que acudir cuando aparece dolor.

¿Qué es el pie cavo?

Se trata de la deformidad contraria a la anterior, es decir, un aumento del arco del pie. El apoyo de la planta del pie se va a realizar en menos zonas de las habituales. Con frecuencia se acompaña de una alteración del talón que se desplaza hacia adentro o en varo, al contrario también del pie plano, y que produce un mayor desgaste de la parte de fuera del tacón del zapato.
Estos pies tienen una mayor elevación del empeine dando el aspecto de ser más cortos y los dedos pueden tener forma de «garra».